El hombre de mis sueños, luchó por mi, hasta el final.

Desperté un 30 de septiembre, a las 6 am, con 48 mensajes de un hombre... Mi hombre que estaba teniendo un maldito ataque de ansiedad, como suele ser su tierna costumbre dentro de su típica ansiedad.

"Lo hice a la desesperada... literalmente esto es un jodido manotazo de ahogado..." Ésa fue la frase que me dio a entender que de las estupideces que estuvo haciendo durante éstos dos meses para recuperarme... ésta iba a ser su obra maestra... y Dios... SI QUE LO FUE. Porque al final, logró conquistarme.

-Hoy pausé mis correcciones a antiguas entradas que tenía para re-subir, para subir éste posteo, ésta historia de amor que te podes cruzar en alguna película cliché únicamente-. 

Me desperté un poco tonta, con una videollamada en plena oscuridad, una videollamada de la entrada de mi casa hecha por una mano tímida y temblorosa: "¿Vas a salir?" Se pudo escuchar, palabras dichas con miedo.

Me puse mi bata, corrí, de la manera que pude porque gracias a Dios mis piernas actuaron por inercia. Abrí la puerta con miedo y ahí estaba él... ÉL ESTABA PARADO EN LA PUERTA DE MI CASA, ESPERANDOME. Abrí el portón con miedo y lo cerré de un portazo (siquiera yo entendí el porqué de esa acción el se retiro lenta y rendidamente creyendo que fue un NO contundente). Luego de una fracción de segundos abrí nuevamente el portón y de la forma más idiota le pregunté: ¿Que haces acá?!

A lo que él me contestó: "vine a buscarte" (y si, lógica) le pedí que por favor me esperara, me vestí y le dije a mi familia que me disculpara ya que él había venido desde Rosario sólo para verme...

Fuimos caminando por varios lugares, charlando, haciendo pausas en lugares que suelo recorrer, ríos que son de mis favoritos personales por las hermosas y calmas vistas. Hasta que nos sentamos en un banco (el que aún al día de hoy, miro con anhelo y un poco de nostalgia mezclados con tristeza) en el hablamos, hablamos de nosotros de nuestra relación, me dio una caja de Ferrero Rocher en forma de corazón (sabe que es de mis favoritas, carajo) con una inscripción: "Te amo con toda mi alma" y al abrirlo... el anillo de rubí que habíamos comprado juntos en Rosario en la feria... el anillo de nuestra promesa... que yo injustamente había tirado a la basura con todo el descaro invadida por los celos y la ira de saber que en venganza contra mi, iba a encontrarse con otra mujer.

Y ahí me lo preguntó: "¿Te quedarías conmigo para siempre...? No, perdón... te quedarías conmigo para toda la... eternidad...?"

¿Que decir? ¿Físicamente? Me dolía el pecho, podía oír mis propios latidos, mis manos hormigueaban, mis piernas temblaban. Sentía que en este mundo, por un instante no existiamos más que él, yo y ese anillo de pseudo rubí. Mis miedos se alejaron, no pude pensar en ellos, en nada. En nadie. "SSSSi" esa fue mi respuesta. "¿EN SERIO???!" Asentí y eso fue suficiente para que me sentara en su regazo, me dijera "perdón va a doler", me estrujara intensamente entre sus brazos y resetearamos éste hermoso cuento de hadas.

Espero que esta vez, sea un para "toda la eternidad".

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poema de un hombre fragmentado

Carta a mis (difuntos) violadores.

¿Qué se siente estar enamorada de una persona ansiosa?